Campeones mundiales de las relaciones públicas, los brasileños tienen por norma entrenarse a puertas abiertas en el complejo de Teresópolis, a poco menos de 100 kilómetros de Río de Janeiro. Es norma cuando terminan las prácticas que los jugadores atiendan los pedidos de autógrafos y de selfies de los hinchas, y Neymar siempre está a la cabeza. Es más, cuando trabajan a puertas cerradas -en escasas ocasiones- el cuerpo técnico y el plantel reciben durísimas críticas. Nada que ver con Argentina.
Cuartos de final, Mundial de Alemania 2006. Argentina le gana 1 a 0 a Alemania, faltan 11 minutos. Ya había salido Riquelme, reemplazado por Cambiasso. Cambio en Argentina: sale Crespo y entra... Julio Cruz. Si, “El Jardinero”. Messi queda en el banco (foto) y 60 segundos después el local anota el empate. Después vendría la derrota por penales. ¿Por qué, Pekerman?, preguntó el país.